lunes, 27 de junio de 2011

LLamado a Dar Luz... ¡¡ Atrevete!!

Desde hace tiempo, un hombre trabaja para una compañía de trenes. El narra que su trabajo consiste en entregar una carta de instrucciones al maquinista, dejándola en un poste,  para que él la tomara cuando pasara por la estación.  De día, el maquinista podía ver el poste donde se ponía la carta, pero de noche, de vez en cuando, lo pasaba por alto, por no poderlo ver. Una persona tuvo una idea.  La propuesta era pintar la punta del poste con pintura fosforescente, para poder que se viera de noche.  De esta manera el maquinista podía recibir la carta de noche también. Así no tendría que parar el tren y retroceder por haberse pasado del poste. La tarea de los que trabajaban en la estación era poner la carta de instrucciones en el poste para que el maquinista la tomara de ahí.

Un día, se olvidaron de poner el poste donde había luz. Al ver que el tren se aproximaba, tome el poste y lo extendí hacia el maquinista pero no lo llego a ver.
Esto también nos puede suceder en la vida espiritual. Si no tenemos comunión con Dios todos los días, recibiendo las instrucciones de su Palabra, no podremos ser la luz que ilumina el mundo. El Señor nos ha entregado su Palabra, como medio de comunicación con las instrucciones de vida. Pero si la pasamos por alto, sin tener el tiempo de comunión con Dios, y empezamos el día sin recibir la luz que solamente El nos puede dar, entonces suceden dos cosas: Primero, como no tenemos la Palabra de Dios, no tenemos la luz que alumbre nuestro camino a seguir. Y segundo, no tendremos luz para alumbrar y compartir con otros.
Tú decides…………….
 ¡Atrévete a ser luz para muchos !

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